¡¡¡Ya es viernes!!! Y tras la resaca de las nominaciones a los Oscar, con sus olvidos importantes y sus sorpresas que tampoco lo son tanto, nosotros seguimos poniendo el foco en los estrenos de ficción nacionales, que esta semana ofrecen un panorama lánguido y descorazonador. Menos mal, que la taquilla nos ha dejado estos días un dato conciliador: más de 278.000 personas acudieron a las salas el pasado miércoles, día en el que se implantaba por primera vez la bajada en el precio de las entradas acordada por los productores, en común acuerdo con distribuidores y exhibidores de nuestra industria. El dato supone más del doble que el miércoles anterior. Si el pasado 8 de enero fueron al cine algo más de 101.000 personas, el día 15 asistieron más de 278.000 según la consultora Rentrak. Una buena noticia que deja constancia de cual es el mal endémico que afecta directamente a la pérdida de espectadores que ha sacudido al sector cinematográfico en los últimos tiempos.
La peli del finde.
Con el retraso, a última hora, en la fecha de estreno de La hermandad, de Julio Martí, el único título nacional que se lanza a una carrera comercial hoy no es cien por cien español. Se trata de una coproducción entre México, España y Dinamarca, que llega a las salas con casi dos años de retraso. Memoria de mis putas tristes (2012), última película dirigida por el danés Henning Carlsen, de larga y escogida filmografía, intenta dar lustre en la gran pantalla a la célebre novela homónima del Nobel colombiano Gabriel García Márquez, cuya prestigiosa obra en general no ha gozado de trasvases cinematográficos al mismo nivel, y muchos nos tememos que ésta de ahora tampoco ayudará a sentar cátedra en la dirección opuesta.
Presente en el 15º Festival de Málaga (2012), donde obtendría el Premio Especial del Jurado Joven, Memoria de mis putas tristes parte del guión escrito entre el propio director y el veterano y mítico guionista francés Jean-Claude Carrière, colaborador de, entre otros, Luis Buñuel, en El discreto encanto de la burguesía (1972), Luis García Berlanga, en Tamaño natural (1974), Philip Kaufman, en La insoportable levedad del ser (1988), o, más recientemente, Fernando Trueba, en El artista y la modelo (2012). En ella, "El sabio", longevo columnista en un periódico provincial, pasa la vida en soltería pagando a toda mujer con quien tiene encuentros sexuales. En la víspera de su 90 cumpleaños, decide celebrarlo dándose un buen regalo: una noche de locura amorosa con una jovencita virgen. Sin embargo, encuentra el amor en el final de su vida, cuando la única aventura que le quedaba era la muerte. Esta es la historia de una relación de amor y obsesión entre un anciano periodista y una niña de clase obrera, que vende su virginidad para ayudar a su familia.
La película supone la vuelta del actor mexicano Emilio Echevarría (Amores perros) a un papel de envergadura, netamente protagonista. A él, lo acompañan, por parte española, Ángela Molina y Olivia Molina, madre e hija en la vida real que dan vida al mismo personaje en diferentes épocas. Sobre ellas, sin embargo, destaca la participación de Geraldine Chaplin, en el personaje femenino más lucido de la función, el de la madame Rosa Cabarcas. Completando el elenco principal, Paola Medina y Luis Miguel Lombana, para una cinta que distribuye Kiss Distribució, heredera de la mítica Lauren Films, en tan sólo tres pantallas, lo cual invita a pensar en una más que oscura carrera comercial, duro revés para un título largamente guardado en un cajón.
La crítica ha sido unánime al calificarla como una obra fallida, incapaz de trasladar a 24 fotogramas/segundo el universo, tan caro al realismo mágico, inherente a su autor. Andrea G. Bermejo, en Cinemanía, sostiene que "la recreación de Carlsen, con guión de Jean Claude Carrière, es lánguida y vetusta como un canesú de señora y transcurre cansada como el caminar de un viejo"; mientras Carlos Bonfil, en Cine Premiere, señala que la cinta "frustra sus mejores intenciones con un improcedente tono de telenovela y con obviedades melodramáticas que vuelven la adaptación superficial e inverosímil". Opiniones que desde aquí suscribimos, salvando, para la ocasión, el carismático despliegue, en un papel secundario, de Geraldine Chaplin, único elemento que propiciará alguna alegría al respetable.
El otro Cine Español:
También desde hoy (y hasta el sábado día 8 de febrero, en pases aleatorios) podrá verse en la Cineteca de Madrid El futuro (2013), ópera prima en solitario de Luis López Carrasco, salido del colectivo de cine experimental y documental Los Hijos, compuesto además por Javier Fernández Vázquez y Natalia Marín Sancho, que se funda en 2008 y que alterna el registro documental con la experimentación formal. Las obras de este grupo se ubican en el terreno fronterizo en que se dan cita el cine de vanguardia, la investigación etnográfica y el vídeoarte.
El futuro parte de la premisa nada original del "metraje encontrado" para dar forma a una película diminuta de apenas 60 minutos de duración, que ha generado una saludable y llamativa rumorología acerca de sus virtudes, después de ser programada en la Sección Oficial del pasado Festival de Locarno, pudiéndose ver también en el reciente Festival de Sevilla. En ella, un grupo de jóvenes bailan y beben en una casa. La atmósfera es festiva y alegre. La victoria del PSOE en las elecciones generales de 1982 parece reciente y la noche está contagiada de un espíritu de euforia y celebración. El intento de golpe de Estado del 23F, realizado tan solo un año antes, parece corresponder a otro tiempo, como si perteneciese a un pasado que se aleja a gran velocidad.
Podríamos decir que en España, en 1982, todo estaba por venir, todo era futuro. Sin embargo, el futuro también parece aproximarse a enorme velocidad, como un agujero negro que devora todo lo que encuentra a su paso.
Protagonizada por un grupo de actores desconocidos, Lucía Alonso, Rafael Ayuso, Marta Bassols, Marina Blanco, Manuel Calvo, Sara Campos, Juan Ceacero y Borja Domínguez, entre otros, El futuro se presenta como una obra de difícil asimilación por el gran público que, sin embargo, ha encandilado a la plana mayor de la crítica, como a Luis Martínez, quien en su crónica del Festival de Sevilla para El Mundo, la califica como "una genialidad tan magnética y visceral como, y esto es lo importante, inteligente". En la cobertura al mismo evento de la revista cinematográfica Dirigido por, escrita por Gerard Casau y publicada en el pasado número de diciembre de 2013 (nº439), se describe a la película como "la mirada extrañada de un 'hijo' de los ochenta que se pregunta dónde ha ido a parar el fervor de una época en que la democracia y la izquierda levantaron el puño".
Hasta aquí este breve y semanal repaso a las novedades de una cartelera que petarán en las próximas semanas nuevas y publicitadas películas con múltiples candidaturas a los Oscar. No os dejéis embaucar fácilmente, que aunque Scorsese o Spike Jonze sigan siendo únicos e inimitables, hay mucho más cine en el extrarradio.
¡¡Un saludo, Sinvergüenzas!!
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