viernes, 18 de octubre de 2013

"Todas las mujeres" contra una cartelera hostil.

¡¡¡Ya es viernes!!! Llegan novedades a una cartelera que sigue dominando la ingravidez de Alfonso Cuarón y donde los títulos nacionales ya estrenados siguen manteniéndose firmes en sus posiciones, no acumulando grandes pérdidas en sus recaudaciones. Zipi y Zape y el club de la canica, de Oskar Santos, ha permanecido como la tercera película más vista de la semana, recaudando sólo un 9,5% menos que en su estreno, unos 969.072€, logrando un acumulado de 2.228.886€.

Las brujas de Zugarramurdi, de Álex de la Iglesia, han bajado hasta la quinta posición en la que era su tercera semana de recorrido comercial, sumando otros 562.287€ y un acumulado de 3.224.899€, lo que la convierte en la tercera película española más taquillera en lo que llevamos de año. Justin y la espada del valor, de Manuel Sicilia, está a punto de alcanzar los 2 millones de recaudación, logrando esta semana, gracias a los 256.734€ recaudados, un total de 1.988.709€, anclándose en el puesto número 8 de las más vistas. Uno por debajo se ha quedado La gran familia española, de Daniel Sánchez Arévalo, con 155.460€ más para un total de 2.724.068€.

El estreno de la semana pasada, Caníbal, de Manuel Martín Cuenca, ha entrado directamente en el puesto 19, con unos discretísimos 47.895€, lo que invita a hablar de un significativo fracaso en la taquilla, algo del todo injusto en virtud de que hablamos de una de las mejores películas de la temporada.

La peli del finde.


Todo parece indicar que el traspiés comercial de Caníbal volverá a repetirse esta semana con el estreno más importante de nuestra cinematografía este viernes: Todas las mujeres, de Mariano Barroso. Su distribuidora, Avalon, la saca con tan solo 24 copias, lo que nos hace intuir una más que invisible carrera comercial para la película. Lo que invita al desconsuelo, pues a tenor de lo que leemos en la prensa especializada, éste puede ser otro de los títulos del año. Según Jordi Costa, en Fotogramas, "hay mucho del mejor Barroso en esta pequeña joya: uno podría leerla como un thriller hiperrealista casi en clave Fargo (Joel Coen, 1996), o como un juego de ping-pong entre lo masculino y lo femenino, en el que se van desvelando los juegos de fuerzas, seducción y poder que se ocultan tras toda relación humana. Eduard Fernández está soberbio, pero, por fortuna, su fulgor no eclipsa a nadie, porque el elenco femenino se lo pone tremendamente difícil en cada tenso duelo verbal"; Sergio F. Pinilla la describe en Cinemanía como una "intensa, teatral y cómica exhibición de talento interpretativo"; mientras que Luis Martínez, en El Mundo, remata así: "una película, o casi, muy cerca de la perfección. Perfecta por ser perfectamente imperfecta. Brillante por no querer ser lo que finalmente es: una gran película".

La cinta está basada en una miniserie de seís capítulos que Mariano Barroso dirigió para la TNT en 2010. En ella, Nacho (Fernández), veterinario, se enfrenta a las mujeres que han significado algo en su vida para pedirles un urgente favor. Ante él aparece su amante, su madre, su psicóloga, su compañera, su ex-novia y su cuñada. Con todas ellas tiene cuentas pendientes y a todas ellas se tiene que enfrentar para resolverlas. Además del protagonismo absoluto de Fernández, la película nos regala un ramillete de actrices de verdadero infarto, desde la excelente veterana Petra Martínez, hasta la recuperación para el cine de la estupenda Nathalie Poza, pasando por las más jóvenes Michelle Jenner y Marta Larralde y las más desconocidas Lucía Quintana y María Morales.


Estreno minoritario.


Y tanto. Porque por deseo expreso de su director, Pirámide estrena también, pero en un solo cine de Barcelona, Nos veremos en el infierno, de Martín Garrido, antes de probar suerte en el resto del país a partir de noviembre. Thriller de bajo presupuesto, la película nos cuenta como algunos hospitales psiquiátricos, con el fin de reducir gastos, deciden dar de alta a ciertos enfermos mentales considerando que pueden ser tratados en sus casas o en centros privados. Suau, un enfermo que ha pasado siete años recluido por asesinato, queda en libertad. Sin saber qué hacer, vuelve a casa de su padre, al que encuentra arruinado. Ha vendido muebles y cuadros y vive de la jubilación de su suegra. Al principio la relación entre padre e hijo parece estable, pero el ambiente se va enrareciendo hasta que se enfrentan echándose en cara todas las equivocaciones del pasado. Al final llegarán a un acuerdo macabro con graves consecuencias para los dos...

En La Vanguardia hemos podido encontrar una pequeña reseña que la describe como un "proyecto que podía naufragar en los mares del melodrama, convertido por Martín Garrido en inquietante introspección de los infiernos familiares". Señalando, a su vez, un "gran duelo interpretativo entre Raúl Prieto y Valentín Paredes". Fechada en 2011, su tardío estreno en salas dos años después, Nos veremos en el infierno cuenta además en su reparto con la presencia en un papel de colaboración de la joven Ruth Díaz (El Calentito, de Chus Gutiérrez, 2005) y de veteranos algo olvidados por el público actual como Tony Isbert o Juanito Navarro.


Sin más, nos despedimos hasta la semana que viene recordándoos que esta semana, concretamente los días lunes, martes y miércoles, se celebra en nuestro país La Fiesta del Cine. Y para la celebrarlo, la posibilidad de ver una película por tan solo 2,90€. Solo hay que darse de alta en la web, imprimir la acreditación correspondiente y a disfrutar del cine como no lo hacéis nunca.

¡¡Un saludo, Sinvergüenzas!!

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