¡¡Ya es viernes!! Y como cada fin
de semana, la cartelera se renueva. La películas más antiguas o menos
llamativas dejan las salas libres para que las ocupen las novedades que han
logrado hacerse un hueco entre las complicadas fechas de estrenos. Hay muchas
que se quedan fuera, por distintos motivos, muchas veces por razones ajenas a
la calidad intrínseca de la propuesta por desgracia. Y nosotros, espectadores
fieles, nos vemos obligados casi siempre a elegir pagar entrada entre cintas a
veces poco sugerentes. Este fin de semana nos llegan dos
bombazos estadounidenses que esperan y ansían captar el mayor número de
espectadores posible (más por sus euros que por otro motivo) y alguna que otra
propuesta de menor renombre que tratará de hacerse notar aún disponiendo de
menor presencia en las marquesinas.
Empiezo el repaso con uno de esos, a priori, taquillazos: El invitado (Safe House), del sueco de origen chileno Daniel Espinosa, y que cuenta entre sus grandes bazas con la presencia protagónica de los actores Ryan Reynolds y, sobre todo, un Denzel Washington volviendo al registro oscuro que tan buena jugada le supuso en Training Day (2001), Oscar incluido. La historia va de un peligroso ex agente de la CIA (Washington) al que debe custodiar un agente novato (Reynolds), pero el piso franco en el que se encuentra será atacado por un grupo de mercenarios y ambos deberán huir y colaborar para averiguar quién quiere eliminarlos. Suena bien, ¿eh? No. Tiene pinta de ser uno más de los productos insustanciales manufacturados por Hollywood (ello se deduce también de la terrible campaña promocional que estamos padeciendo) y creo, en mi humilde opinión, que sólo con ver el tráiler ya nos podemos ahorrar el precio de la entrada. Sin embargo, me quedo loco con las críticas vertidas sobre la película, no siendo la reacción tan devastadora como a mí me cabía suponer, puesto que se alaba no ya sólo el nervio de Espinosa sino también y, mucho, los trabajos interpretativos. Una de dos, o los "expertos" se han vuelto locos o a mí me dominan los prejuicios.
El otro
bombazo taquillero es lo último del inefable Steven
Spielberg, Caballo de
batalla (War Horse), que
además de su nombre en los créditos, cuenta con el aval de haber recibido 6
nominaciones a los ya muy próximos Oscar, entre ellos una a la mejor película.
La peli está basada en una novela infantil, que también se llevó al teatro, y
que cuenta la historia de la entrañable (no podía ser de otra manera tratándose
de Spielberg) amistad existente entre un chico y un caballo, a los que separará
la I Guerra Mundial, pero cuyos destinos volverán a cruzarse durante la
contienda. Aparte de la, por todos conocida, buena mano del director tras la
cámara (me confieso devoto suyo o, al menos, de buena parte de su filmografía,
aunque siempre le achaque esos imperdonables y almibarados finales), entre los
atractivos de la película se cuenta la presencia en el reparto, parece ser que
en un rol secundario, de la extraordinaria actriz británica Emily Watson a la que
recuperamos en una producción importante tras unos años desaparecida en
producciones de poco calibre o escasa exportación fuera de sus islas nativas.
La crítica parece darle la razón a mi intuición y aunque señalen que la
cursilería haga acto de presencia, ésta no empaña la que muchos incluyen ya
dentro de las obras mayores del Rey Midas.
El
último de los estrenos americanos de la semana realmente es un re-estreno y no
es otro que la versión en 3D del sonrojante Episodio I de La guerra de las galaxias. La
amenaza fantasma (Star Wars. Episode I: The Phantom Menace), de George
Lucas, que a falta de ideas nuevas para seguir forrándose, ahora le ha dado
por relanzar en nuevo formato una película cuyo nacimiento jamás debía haberse
producido. En fin, cosas del dólar.
De Francia nos llegan también dos películas. Una
de ellas no es otra que la representante del país vecino a los Oscar de este
año, que viene avalada también por 6 nominaciones a los Premios César y
multitud de elogios por parte de la crítica. Declaración de guerra (La guerre est déclarée), de Valérie Donzelli, quizás sea una de las
propuestas más interesantes del fin de semana. Sorprendió en el pasado Festival
de Cannes con su conmedora historia sobre una pareja, simbólicamente llamados
Roméo y Juliette, que han de enfrentarse a la terrible enfermedad que afecta a
su hijo pequeño. El acierto de la cinta parece estar en hablar de una
experiencia a todas luces dolorosa y difícil a través de un tono del todo
esperanzador y positivo, sin sobrecargar las tintas en los elementos más
trágicos de la historia. Los protagonistas no son otros que la misma directora
y guionista y su compañero en éste último apartado, Jérémie Elkaïm.
Con dos años de retraso (ya se sabe cómo funciona la
distribución y exhibición dentro de la ‘comunitaria’ Unión Europea) llega
también de Francia The French Kissers
(Les beaux gosses), de Riad Satouff,
sin dejar muy claro por qué el título para su distribución en España no se
traduce al castellano en lugar de al inglés, si la cosa iba de no respetar el
original. Puede que la respuesta sea que así, con título en inglés, se aumenten
las opciones de llegar a una mayor tipología de público. De todos modos, dejo
el debate para otra ocasión y me centro. A ver, la peli va de un adolescente
bastante feo al que únicamente le mueven sus impulsos y anda ansioso por salir
con alguna chica. Vamos, que a simple vista parece un cruce entre American Pie (1999) y Supersalidos (2007), lo que la crítica
ha destacado es que se aleja de ellas precisamente por el humor del que hace
gala, no podría ser de otra manera siendo como es una película francesa.
De Europa vienen también los últimos dos estrenos extranjeros
del fin de semana. De Hungría llega The
Turin Horse (A Torinói ló), de Béla Tarr, cinta que ganó en
el pasado Festival de Berlín el Premio Especial del Jurado y obtuvo 3
nominaciones en la última edición de los Premios del Cine Europeo. La historia
comienza un 3 de enero de 1889, día en el que el filósofo Friedrich Nietzsche se lanzó llorando al cuello de un caballo
agotado y maltratado por su cochero para, después, desmayarse. Después de este
episodio, el filósofo dejó de escribir, hundiéndose en la locura y el mutismo.
La película nos cuenta la vida de ese cochero, su hija y el caballo. La crítica
advierte que ésta es una película difícil, dura y con la que el espectador ha
de comprometerse sí o sí si no quiere pasar el rato más aburrido de su vida. La
tachan de experiencia cinematográfica e, incluso, señalan que no es apta para
el público convencional. Ahí es nada, avisados quedamos.
Y vuelve también Tom Tykwer, el director de Corre, Lola, corre (1998), ahora con Three (Drei), un drama centrado en la historia de una pareja de
alrededor de los cuarenta que, de forma separada, cada uno de sus integrantes
se enamoran del mismo hombre. Dicen que ésta es la película que nos
devuelve al realizador en su más pura esencia o, al menos, se trata de la cinta
en la que más podemos reconocer al autor alemán, desvinculado ya de sus
escarceos comerciales con El perfume (2006)
y The International (2009). Imagino
que, como todo el cine de Tykwer, ésta también debería ser de indispensable
visionado para sus admiradores, que no es mi caso.
La cinematografía patria ofrece dos suculentas propuestas
para este fin de semana. La primera es la cinta de animación Papá, soy una zombie, de Ricardo Ramón y Joan Espinach, sobre la vida de una adolescente gótica que vive en
una funeraria y que un buen día se convierte en muerta-viviente con una meta en
la vida-muerte: luchar contra el mal. La premisa no carece de atractivo y
encima sobrevuela la influencia de Tim
Burton por toda la película. Que sea española y de animación puede echar
atrás a muchos, sin embargo, el género en nuestro país goza de muy buena salud
y los críticos han elogiado no sólo las intenciones sino también la propuesta
definitiva, que es una de las aspirantes al Premio Goya en la categoría de película de animación.
Nada más, que no es poco. Creo que iré a ver la de Spielberg
y, si acaso, si el bolsillo, las ganas y el frío gélido de Madrid me lo
permiten, también a la Watling. ¿Y vosotros? Veáis la que veáis, siempre, en
Versión Original Subtitulada.
Un saludo, sinvergüenzas! ^^
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