A priori, parece la categoría más cantada de todas las interpretativas en los 28 Premios Goya, pero no nos llamemos a engaño. Si bien es cierto que desde hace meses, concretamente desde la celebración del Festival de San Sebastián, parece que el Goya a la mejor actriz tiene ya una propietaria clara, tampoco lo es menos que el margen para la sorpresa ha de ser amplio y es que no sería la primera vez que una segura favorita es vencida en la última vuelta de forma inesperada.
Marián Álvarez, por La herida.
1 Nom/0 Prem. PALMARÉS PREVIO: Concha de Plata (F.San Sebastián), Medallas del CEC (Nom.), Premios Feroz (Prem.), Premios Forqué (Prem.), Fotogramas de Plata (Nom.), Mejor Actriz (F. Toulouse), Mejor Actriz (F. Mar del Plata).
A pesar de lo que escribíamos en la introducción, también hay que tener muy en cuenta que son pocas las actrices españolas que no refrendan su condición de mejores del año en los Goya después de haber ganado la prestigiosa Concha de Plata de San Sebastián. Favorita, ya sólo por este hecho, Marián Álvarez parecía no tener competencia alguna en esta categoría, pero tras la Seminci y el premio ganado por Nora Navas y las muchas nominaciones que atesora también Aura Garrido, la incógnita se cierne sobre la condición de favorita indiscutible que poseía la protagonista de La herida, de Fernando Franco, quien además ha venido sumando premios en prácticamente todas las citas celebradas como antesalas a los Goya, además del premio correspondiente a la mejor actriz en el festival Cinespaña de Toulouse y también en el de Mar del Plata. Sería, todo hay que decirlo, el Goya a la mejor actriz más justo de este año y, por extensión, uno de los más merecidos de los últimos tiempos. Presente en absolutamente todos los planos de un filme que reposa adecuada y confiadamente en su labor, Álvarez desborda la pantalla exponiendo sin tapujos, pormenorizadamente y de manera harto dolorosa y empática, el infierno interior que subyuga a su personaje. Supone, hablando claro, un espléndido ejercicio interpretativo que debía ser de obligado estudio en todas las academias de arte dramático.
Inma Cuesta, por 3 bodas de más.
2 Noms. (actriz prot.)/0 Prem. PALMARÉS PREVIO: Medallas del CEC (Nom.), Premios Feroz (Nom.), Fotogramas de Plata (Nom.).
La última en llegar a la cartelera (y a la competición) debe, qué duda cabe, su nominación gracias al arrollador éxito de taquilla de 3 bodas de más, de Javier Ruiz Caldera. Pero es que, además, la crítica se ha deshecho en elogios hacia su trabajo y figuraba candidata a los Premios Feroz y a las Medallas del Círculo de Escritores Cinematográficos, donde de existir una división de categorías entre actrices dramáticas y cómicas, Cuesta triunfaría en la segunda sin discusión alguna. Todo un hito para un trabajo eminentemente cómico, dada la animadversión histórica de los premios hacia el género. Y es que la actriz está en 3 bodas de más sencillamente espectacular. Inma Cuesta se entrega con deslumbrante ingenio a su difícil cometido, consciente tal vez de tener entre manos uno de los personajes femeninos más jugosos y ricos que se hayan escrito para una comedia en mucho tiempo. Sería injusto no reconocer que parte de las virtudes que encierra 3 bodas de más tienen su origen en el desternillante trabajo de su actriz, capaz de sortear las limitaciones que su (atractivo) físico podían propinar a la consecución de la verosimilitud de su rol y, a través de una hilarante y atinada manifestación de tics y mohínes, dar con la medida justa del carácter anodino y patoso del personaje. Un enorme triunfo personal el conseguido por la actriz en esta película que podría redondearse con un nada desproporcionado Goya a la mejor actriz. Antecedentes de que, frente la intensidad y complejidad dramática exhibidas por algunas nominadas, el Goya recaiga en un rol de comedia ha habido: ¿o es que nadie recuerda aquél de Cristina Marcos, por Todos los hombres sois iguales (1994), frente a la Ana Belén de La pasión turca (1994)?
Aura Garrido, por Stockholm.
2 Noms. (1 actriz prot. 1 actriz rev.)/0 Prem. PALMARÉS PREVIO: Biznaga de Plata (F. Málaga), Medallas del CEC (Prem.), Premios Feroz (Nom.), Premios Forqué (Nom.), Premios Sant Jordi (Prem.), Fotogramas de Plata (Nom.).
Pensábamos que lo tendría difícil de llegar a la final después de compartir el premio a la mejor actriz en el Festival de Málaga, sin embargo el pertinente retraso en su estreno de Stockholm claramente ha beneficiado las opciones de su protagonista a los Goya, en detrimento de las de su compañera de Biznaga Candela Peña. Además, la película de Rodrigo Sorogoyen puede presumir de estar afianzándose poco a poco como uno de los títulos más premiados de la presente temporada de premios, lo cual otorga a Garrido una justa posición de "favorita encubierta" entre el cuarteto finalista al Goya, lo que quiere decir que su candidatura podría dar la sorpresa fácilmente en la ceremonia del próximo 9 de febrero, al igual que lo hizo en las Medallas otorgadas por el Círculo de Escritores Cinematográficos. No sería nada injusto y es que Garrido lidia con el arco dramático más complicado de los dos únicos personajes de la función y logra al final una actuación gigantesca, de puro perfecta, porque el comportamiento esquivo de su personaje al inicio no es sólo una pose, sino que encierra siempre algo enfermizo y endémico, algo que vertebra toda su actuación y que Garrido logra transmitir a lo largo de todo el metraje, por mucho que también, y al mismo tiempo, nos obsequie un esmerado y detallado transcurrir de emociones y actitudes, hilvanadas con sensatez y armonía. El reciente Premio Sant Jordi no ha hecho más que instaurar las bases de que, quizás, sea ella, y no otra, la gran competencia que le disputará el Goya a Marián Álvarez.
Nora Navas, por Tots volem el millor per a ella.
2 Noms (actriz prot.)/1 Prem. PALMARÉS PREVIO: Espiga de Plata (F. Valladolid), Medallas del CEC (Nom.), Premios Feroz (Nom.), Premios Forqué (Nom.), Premios Gaudí (Prem.).
Desde Valladolid, con la Espiga de Plata bajo el brazo a la mejor actriz, Nora Navas impuso pronto como la otra gran favorita a ganar el Goya de este año. Su cabezón por Pa negre (Pan negro) (2010), de Agustí Villaronga, queda aún muy reciente en la memoria de los académicos, lo que podría restarle opciones. No obstante, merecería ganar (tanto como Marián Álvarez) por marcarse un magnífico trabajo en Todos queremos lo mejor para ella, de Mar Coll, donde Navas está en absoluto estado de gracia, recayendo también sobre ella todo el peso de una película que, ciertamente, no sería lo mismo sin su labor. Ya en la primera secuencia, con su cojera perfecta y el tartamudeo oportuno, la intérprete nos bosqueja un aplicado y preciso retrato de su personaje, que a lo largo de los siguientes minutos logrará desarrollar y desplegar ante la cámara con absoluta libertad, haciendo fácil lo difícil, logrando que las rarezas de su comportamiento nazcan y se expongan ante nosotros con pasmosa naturalidad, no siendo capaces en ningún momento de advertir de qué mecanismos o de qué métodos surge tal prodigio interpretativo, llegando incluso a brindarnos de manera magistral la exposición escrupulosa, medida y esmerada del desconcierto que embarga a su personaje. Es tan sublime el grado de perfección alcanzado por la actriz, que incluso hay momentos del filme en el que el cambio de registro ambiental, del drama a la comedia o viceversa (pues la cinta coquetea con ambos por igual), lo marca el propio trabajo de Nora Navas. Como Álvarez y Garrido, también ha recibido nominaciones a los Forqué, a los Feroz y al Círculo de Escritores Cinematográficos, siendo vencida en todas las citas por ambas. No obstante, siempre quedan los Premios Gaudí.
Debería ganar: Marián Álvarez, por La herida.
Ganará: Marián Álvarez, por La herida.
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