¡¡¡Ya es viernes!!! Y esta semana parece que todo es Cannes y su recién inaugurada edición del 2013 con, prácticamente lo mejorcito del año, a punto de ver la luz dentro de su programación. Pero no, aquí en España, debemos seguir atentos a la actualidad cinematográfica, en vista de que este año no nos han seleccionado ningún filme para competir en el festival de festivales, y ésta pasa por renovar la cartelera con los nuevos estrenos que van a intentar hacerse notar en las marquesinas. Mucho cine español llega este viernes, concretamente tres títulos, uno de ellos inesperado hasta hace unos pocos días y otro, por el contrario, bastante anhelado desde hace bastantes meses.
La(s) peli(s) del finde.
Iniciamos este repaso a las novedades del fin de semana con el esperado estreno en salas de El cosmonauta, de Nicolás Alcalá, de la que ya os habíamos informado en nuestro pertinente y previo repaso a los estrenos nacionales del mes. Se trata del primer filme financiado casi exclusivamente a través del (ya os debería sonar el nombre) crodwfunding, un sistema de microdonaciones en el que cualquier persona podía convertirse en productor de la película aportando desde, tan sólo, 2 insignificantes euros. El cosmonauta, que narra la historia de un joven que se pierde en el espacio durante siete meses y que, al regresar a la Tierra, la encuentra inhabitada, es el primer proyecto "transmedia" que se hacen en España, lo que quiere decir que además de su exhibición en cines, el sábado día 18 de mayo el público podrá visionarla de manera simultánea a través de Internet, DVD y televisión de pago. Las previsiones de éxito de la cinta, debido a la falta de antecedentes, no están claras, lo que sí que llama la atención es la intención manifiesta de desafiar el sistema establecido con semejante opción para su distribución y exhibición. ¿Repercutirá el ejemplo de El cosmonauta en la forma de consumir Cine a partir de ahora?
Por vías convencionales llega este viernes a los cines la ópera prima de Dácil Pérez de Guzmán, La última isla, una cinta de marcado corte familiar que ha supuesto para su debutante directora andaluza un auténtico esfuerzo llevar a cabo y es que, además de directora, también es su productora. Con el apoyo del Gobierno de Canarias y de la Junta de Andalucía, además del concurso de las productoras Sakai Films (andaluza), Rainbow Films & Video (canaria) y Fausto Producciones (catalana), De Guzmán ha logrado por fin sacar adelante una película de la que, también, es co-guionista. En ella, nos cuenta la historia de Alicia (la detutante cinematográfica Carmen Sánchez), una niña mimada y egoísta que está loca por los videojuegos y a la que su madre decide mandar a una isla donde vive la vieja tía Belinda. Sin agua corriente ni electricidad, junto al mar y al pie de volcán, Alicia teme que las vacaciones sean un muermo. Por añadidura, se rumorea que su tía es bruja, que hay un hombre que persigue dragones y dos niños muy extraños. Algo misterioso y magnético emana de la montaña. Con reminiscencias a la "Alicia" de Lewis Carroll, pero según el crítico Joaquín Torán (en el nº433 de Dirigido por...) también al escritor de fantasía alemán Michael Ende, La última isla llega a las salas para proponernos un cuento mágico, intentando con ello abrir nuevas vías para el cine español actual. La intención les honra y, además, la película cuenta con presencias secundarias del calibre de Julieta Serrano, Antonio Dechent, Eduardo Velasco o Maite Sandoval.
El último de los estrenos nacionales en aterrizar este viernes en las pantallas lo conocimos hace apenas una semana y es Ali (2012), debut en la dirección de Paco R. Baños. Inicialmente previsto su estreno para el pasado 26 de abril, Ali, que lleva más de un año esperando ser estrenada comercialmente (participó en la Sección Oficial del Festival de Málaga 2012), logra por fin llegar a las salas, eso sí, con poca campaña promocional a su espalda, lo que repercutirá (lamentablemente) en una más que invisible carrera comercial. De nuevo, contamos con otro protagonismo femenino, esta vez adolescente, llamado Alicia, una chica que vive en "el país de Ali", un lugar donde no es frágil ni vulnerable. Tiene dieciocho años, una madre, dos amigas, un vecino y un trabajo en un supermercado. Aunque piensa que lo controla todo, ahora Ali se ha enamorado y tiene que atreverse a abandonar el país de Ali para asomarse al país de Alicia. La película, que se pudo ver también en el reciente Atlántida Film Fest de este año y que organizaba Filmin, ha gustado en general a quienes la han visto, como leemos en Cine Maldito, Blog de Cine o en No Solo Cine, precisamente por su evidente sencillez. Es una lástima que, un título como éste, llegue tan de tapadillo a las carteleras nacionales, por muy independiente que sea. También por contener el primer papel protagonista en el cine de la encantadora Nadia de Santiago, muy bien acompañada por Julián Villagrán y Verónica Forqué, en la que supone su primera actuación para el cine en el último lustro.
¿Bienvenido, Mr. Marshall?
De primeras, para nada. Y es que desembarca en las salas españolas uno de las más sonados bodrios estadounidenses de los últimos años: Dark Tide (Marea Letal) (2012), de John Stockwell, un tío especialista en películas con ambientación submarina, aunque lo que parece que de verdad le pone no es sólo meter la cámara bajo el agua, sino meter con ella a alguna tía buena de turno, con el bikini más diminuto que sea posible, y hacerla pasar un mal rato. En esta ocasión le tocó a una desorientadísima Halle Berry, que desde que ganara el Oscar nunca más supo qué hacer con su trayectoria. Le acompaña el inexpresivo Olivier Martínez en este película sobre una monitora de buce que, tras nueve años después de sufrir el ataque de un gran tiburón blanco, decide enfrentarse al miedo y volver a bucear en aguas profundas junto al gran escualo cuando le hacen una oferta irrechazable para nadar entre tiburones. Sí, amigos y amigas, es un bodrio. Y no hace falta pararse a leer las críticas vertidas en Estados Unidos, donde no llegó ni a estrenarse en salas, pasando directamente al VOD (Video On Demand), vídeo a la carta por la Televisión por Cable americana. Aunque si alguno siente curiosidad por saber cómo se las gastan los especialistas despachando semejantes productos como éste, atentos a las publicadas en su día en Variety, en The New York Times o en The Hollywood Reporter. Lo más cabreante de todo es que, hablando mal y rápido, algo con lo que han vomitado en los Estados Unidos, nosotros lo vamos a estrenar por todo lo alto, copando bastante espacio en nuestras marquesinas y dándoles pasta a mansalva. ¿Nos toman el pelo o qué?
El otro estreno netamente estadounidense del finde es lo nuevo de Rob Zombie, The Lords of Salem (2012), que como viene siendo habitual en él se adscribe de nuevo al género fantástico. Esta vez para contarnos que hace mucho tiempo, Salem (Massachusets) era el centro neurálgico del mal, el lugar donde las brujas celebraban sus aquelarres. En la actualidad es, al menos en apariencia, una ciudad normal. Heidi presenta un popular programa de radio centrado en el rock duro; un día, recibe un vinilo promocional de una banda llamada The Lords. La música, extraña y siniestra, la deja profundamente turbada, provocándole pesadillas y alucinaciones. La cinta ha dividido por completo a la crítica estadounidense, así leemos comentarios positivos en Time Out o en The Hollywood Reporter, pero también algunos bastante condenables desde Entertainment Weekly o The New York Times. En nuestro país, uno de los primeros en posicionarse fue el crítico Tomás Fernández Valentí en su blog, de quien os dejamos la siguiente observación, extraída de su crítica en el nº433 de la revista Dirigido por...: "Zombie firma su obra más radical y provocativa con The Lords of Salem, un film de terror de bajo presupuesto pero pletórico de inventiva que confirma la gran categoría que su realizador ostenta en el contexto del actual cine fantástico norteamericano".
Y ahora llegamos, por fin, al título más destacado de todos los que se estrenan esta semana en las carteleras. Sí, no podíamos hablar de cualquier otro si no de The Great Gatsby (El gran Gatsby), adaptación de la novela homónima de F. Scott Fitzgerald en la que se nos cuenta cómo en la alta sociedad norteamericana de los años 20 del pasado siglo, llama la atención la presencia de Gatsby, un hombre misterioso e inmensamente rico, al que todos consideran un advenedizo, lo que no impide que acudan a sus fastuosas fiestas mientras Gatsby vive obsesionado con la idea de recuperar al amor de su juventud. Estamos ante la tercera versión cinematográfica de tan célebre obra literaria y no siendo ninguna de las dos anteriores obras maestras en absoluto (ni siquiera están cerca de serlo), ¿iba a poder el australiano Baz Luhrmann, responsable de esta nueva revisión, lograr transmitir con imágenes el poderoso sentido de las palabras de Fitzgerald? La película, que ha inaugurado el presente Festival de Cannes (fuera de concurso) parece erigirse en la gran decepción cinematográfica del año. Y es que, reconozcámoslo, el sentido cinematográfico sumamente estrafalario, recargado y fastuoso del director de, por ejemplo, el Moulin Rouge del 2001, poco adecuado se presentaba para llevar a buen puerto la puesta en imágenes de una novela de tamaño calibre. La pregunga a continuación es la que sigue: ¿era necesario una nueva visita al personal e inadaptable universo Fitzgerald? Según Carlos Boyero, desde Cannes, no. Pero es que la prensa especializada extranjera se ha dividido casi por completo ante esta videoclipera nueva película de Luhrmann, así encontramos opiniones para todos los gustos, desde los que encuentran motivos para recomendarla, como en The New York Times o en The Hollywood Reporter, hasta los que directamente la atacan como una película para público adolescente, como leemos en The New Yorker, o escandalosamente ruidosa, como en The Wall Street Journal. Lo mejor que se puede decir de El gran Gatsby, versión 2013, es el protagonismo de un entregado Leonardo DiCaprio, como siempre inmerso en algunos de los proyectos más decididamente importantes del Hollywood actual, bien acompañado (parece) por Tobey Maguire y una encantadora Carey Mulligan.
Y, para cerrar este repaso a los estrenos de ficción del fin de semana, Kauwboy (2012), de Boudewijn Koole, que parece llegar a las salas para confirmarnos eso de que el buen cine siempre llega de fuera de los Estados Unidos. Al menos, esta máxima se ha cumplido esta semana. A priori, esta cinta holandesa se nos presenta como el estreno foráneo más sugestivo del finde. La película nos pone en la piel de Jojo, un niño que tiene unos diez años y vive con su padre, casi siempre ausente debido a su trabajo. Según Jojo, su madre – una cantante country– está de gira. Su padre no pasa por un buen momento y Jojo oscila entre una precoz independencia y la necesidad de contención. La cinta, que ha encandilado a la prensa extranjera, como leemos en Time Out y en The Hollywood Reporter, es una pieza pequeña, de esas que cautivan con pocos elementos, y que fue la encargada de representar a su país en los últimos Premios Oscar. Al final no resultó nominada, pero eso no quiere decir que no estemos ante una pequeña joya cinematográfica que no deberíamos perdernos y que se une a otras obras recientes, como Tomboy (2011), de Céline Sciamma, como radiografías honestas y sencillas, sin florituras de ningún tipo, de esa etapa tan marcadamente significativa en las vidas humanas como es la de la infancia.
Vamos a intentar levantar un poco los ánimos de la taquilla este fin de semana, ¿no? Buenas ofertas hay y si no, siempre podéis (mal)gastar el dinero en ver las últimas superproducciones alienantes que nos brinda generosamente la Meca del Cine. Yo os aconsejaría inclinarse por la Versión Original Subtitulada y no creo que la distribuidora de un título como Marea letal ponga en circulación ninguna copia de su engendro en tales condiciones.
¡¡Un saludo, Sinvergüenzas!!
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