¡¡Ya es viernes!! ¡Cómo se pasan las semanas! No sólo ¡¡Ya es viernes!! sino también ¡¡Ya es PRIMAVERAAAAA!! A ver si deja de llover de una vez (¡¡que ya está bien por este año!!) y se me seca la humedad que me ha salido en casa y dejo de meterme en los cines para resguardarme de la lluvia y empiezo a hacerlo por placer (o por trabajo, que actualizar este rincón también tiene lo suyo). Este fin de semana llegan numerosos estrenos a la cartelera, muchos de ellos con la mirada fija, penetrante e interesada (monetariamente hablando) en las más que próximas vacaciones. De este modo, este viernes la cartelera se llena de títulos de evidente y fácil comercialidad, dirigidos en su mayoría a un amplio espectro de espectadores y servidos con inusitada solidaridad por esa gran fábrica de sueños que es Hollywood. Para contrarrestar la acidez de estómago que nos va a provocar esta estomagante acumulación de títulos a cada cual peor que el anterior, el Cine Español nos ha preparado un estreno de lo más especial.
La peli del finde.
Se trata, nada más y nada menos, que de la última película del octogenario, sí, pero tan crápula como al principio, Jesús Franco. El irreverente y prolífico cineasta (ha dirigido más de 200 películas, firmadas muchas de ellas con diferentes pseudónimos) regresa a la actualidad cinematográfica con el estreno en Madrid de su última perversión: Al Pereira vs. The Alligator Ladies, que fue presentada en la pasada edición del Festival de Sitges. La película cuenta la encarnizada lucha a la que tendrá que enfrentarse Al Pereira, en sus años mozos un detective seductor y amoral, que al hacerse mayor se ha convertido en un abanderado de la moral y el recato, vamos en un militante del PP o del Foro de la Familia. En esas, se cruza con las Alligator Ladies, unas hermanas entregadas al pecado, que enviadas por su padre, el doctor Fu-Manchú, intentarán hacer caer a Pereira en el lado oscuro, one more time. ¿Qué tal? ¿Os habéis quedado muertos? Evidentemente, estamos ante una Serie Z y, todavía más a su favor, una película del tío Jess, que entusiasmará (seguro) a sus muchos incondicionales, que únicamente tendrán la oportunidad de verla en la sala Artistic Metropol y que tiene absolutamente cerradas las puertas de las pantallas habituales dedicadas a amasar fajos de billetes. ¿O acaso podéis imaginaros el cartel de Al Pereira vs. The Alligator Ladies tamaño Godzilla en los supervivientes Cines Capitol de la Gran Vía madrileña con esos abuelitos dispuestos a beneficiarse de su merecido descuento en taquilla por jubilado antes de ir al bingo? ¡No hay huevos!
¿Bienvenido, Mr. Marshall?
Pues no. Y este fin de semana mucho menos que nunca. Entre otras cosas porque hemos constatado que estos norteamericanos piensan que la raza humana es tonta de remate. Claro, que los primeros cuya inteligencia han puesto en duda han sido sus propios compatriotas y, a tenor de los resultados, podríamos decir que han confirmado su tesis. Identity Thief, horriblemente traducida para su exhibición en nuestro país como Por la cara (pues eso, por la cara), llega a nuestras pantallas avalada por su estrepitoso, ruidoso y cochambroso éxito de taquilla en Estados Unidos. Antes de seguir: ¿cuándo van a aprender estos publicistas que poner "Nº 1 de taquilla en USA" en el cartel o en el tráiler más que atraer al público le espanta? O, bueno, al menos a este humilde mortal. Claro, pero ¿quién soy yo entre toda la humanidad? En fin, seguimos. Por la cara, de Seth Gordon, ha sido literalmente masacrada por la crítica estadounidense. Lo más probable es que aquí tampoco se libre de los palos que le van a llover desde todos los lados. El tráiler directamente no hace ni gracia y, por lo que me ha parecido entender, tiene un tufillo a machismo recalcitrante que echa para atrás, eso, unido al ya cansino recurso de querer hacer gracia a costa de las personas con sobrepeso. ¡Pobre Melissa McCarthy! ¿Por qué no despide fulminantemente a su agente? Vale que sea prácticamente una recién llegada a la industria del cine, pero ¿en serio tiene que pasar por interpretar papeles tan ingratos como éste en películas tan abominables como ésta para lograr notoriedad en Hollywood? Este podría ser otro de los muchos ejemplos del trato discriminatorio e, incluso vejatorio, al que somete la industria del espectáculo a las mujeres. Nominada merecidamente al Oscar secundario el año pasado y salvada casi unánimemente de la quema generalizada a la que la prensa especializada ha condenado la película, no supone para este servidor reclamo suficiente y necesario como para pasar por el aro.
El adelanto de los estrenos de cara a las vacaciones llega con el aterrizaje de The Croods (Los Croods: Una aventura prehistórica), cinta de animación digital, disponible (por supuestísimo) en 3D, debida a Kirk de Micco y Chris Sanders, y perteneciente a la filial de animación de la todopoderosa DreamWorks, intentando repetir el éxito crítico-comercial de sus anteriores productos: Shreck (2001) o Madagascar (2005). Para la ocasión, nos ofrecen una película ambientada en la prehistoria que promete un poco de aventuras familiares, otro de previsible y ñoño romance y, por si esto no fuera poco, también un despliegue visual de gran altura, que hay que amortizar la tecnología empleada, por supuesto. Vamos, lo normal y lo típico en este tipo de productos, minuciosamente concebidos para el disfrute de toda la familia en el cine (con palomitas y refrescos incluidos, la broma os puede salir cara intrépidos papás). Es lo que tienen las vacaciones. A mí, mientras no estén 'detrás de la cámara' los macro-genios de Pixar o Tim Burton, no me engañan.
Y si The Croods llega pensada para llevar al cine a los niños y dejar de escucharlos durante un rato (sí, soy maligno), el siguiente estreno también está pensado para llevar al cine a los niños, a los otros 'niños'. Hablamos de Bullet to the Head (Una bala en la cabeza), de Walter Hill, aunque pasará a la historia como una película 'de Sylvester Stallone'. Sí, señores, es cierto. Stallone está en plena forma y ya vuelve a estrenar películas con regularidad. ¡¡Ya podría haberse acabado el mundo el pasado diciembre de 2012!! Pues no, para nuestra desgracia, el mundo sigue y las pelis de Stallone amasan dinero en las salas. Algo completamente incomprensible cuando este hombre era tachado 'veneno para la taquilla' a finales de los noventa. Sí, justo antes de su retiro a principios de siglo. ¿No estaba acabado? No, aunque según vemos en la foto (más abajo) tampoco anda por su mejor momento. Debe ser que como ahora 'vuelven los ochenta' (aunque nunca dejan de volver) y se lleva lo 'retro'. ¿Stallone retro? ¿Stallone vintage? ¡¡El mundo debería haberse acabado el pasado 2012!! En fin, de la trama de Una bala en la cabeza poco os voy a contar que no os podáis imaginar: estamos ante una peli de acción, puramente de acción, de esas que tanto les gusta a algunos de nuestros 'niños' (todos tenemos uno, para qué nos vamos a engañar) en las que la historia viene a importar poco en detrimento de una acumulación (cansina para nosotros, entusiasta para los 'niños') de persecuciones, tiroteos, peleas, puñetazos, patadas voladoras, ondas vitales... ¡lo de siempre!
El último de los estrenos que nos llegan de Hollywood es The Host (La huésped), cinta de ciencia-ficción basada en la novela de la famosísima Stephenie Meyer, autora de la cansina saga de Crepúsculo, que se ha convertido en el gran reclamo publicitario para el pase triunfal por las carteleras de esta película. El punto de partida resulta bastante sugestivo: la especie humana está en peligro de extinción gracias al asentamiento en nuestro planeta de otra especie especializada en apoderarse de los cuerpos humanos y controlar sus mentes. En medio de esta situación de caos, Wanderer, la criatura que habita en el cuerpo de Melanie, deberá luchar contra las emociones, sentimientos y recuerdos de un amor de su inquilina. Hasta aquí puedo leer. El caso es que la pinta de la peli nos recuerda demasiado a la exitosa saga antes mencionada y esto, a priori, echa para atrás, sobre todo por ese halo a 'película cursi para adolescentes' que desprenden las románticas y bonitas estampas de los enamorados. Sin embargo, hay un detalle que me desconcierta y no sé si para bien: el director no es otro que Andrew Niccol. Y muchos de vosotros diréis: ¿Y? ¿Cómo que "¿Y?" Atentos: a Niccol le debemos una de las mejores muestras de ciencia-ficción cinematográfica de los noventa, la bellísima e intimista Gattaca (1997), su brillante ópera prima, además del estupendo libreto que dio origen a la película El show de Truman (1998), de Peter Weir, y también esa recomendable y sombría comedia que era en el fondo Lord of War (2005), a pesar del protagonismo de Nicolas Cage. Tras estos créditos, el desconcierto me asalta cuando recuerdo (con horror) que Niccol también dirigió a Justin Timberlake en In Time (2011) y que The Host parece seguir la estela de aquélla: cine de fácil consumo, mal hilado y atado, de escasa o nula personalidad.
De este lado del atlántico nos llegan tres propuestas muy diferentes entre sí. Por una parte, Francia nos visita con dos muestras más de lo que significa para ellos hacer comedia, la primera inspirada (parece ser) en los esquemas estilísticos y estéticos de su gran competidor cinematográfico (USA) y donde se explota (todavía) el tirón popular que supuso el éxito de Intocable el año pasado (injusta vencedora en los Goya en lugar de la fascinante Shame) gracias al concurso de uno de sus actores protagonistas: Omar Sy. De l'autre côté du périph (Incompatibles), de David Charhon, juega la baza de contraponer dos personajes protagonistas antitéticos para extraer de ahí el gran punto fuerte cómico de la función. A diferencia de la mencionada Intocable, esta nueva muestra de buddy movie parece ser una excusa para rentabilizar el tirón popular de su estrella protagonista y, además, nos recuerda demasiado a la saga fantoche norteamericana de Arma letal, es decir, una gran alternativa para ir al cine con los 'niños'.
La otra comedia que nos envían desde el país vecino podría considerarse un nuevo ejemplo de esa tendencia en el cine francés de hacer de un encantador y casi mágico personaje femenino el centro de toda una película que, al final, acabe ablandándonos el corazoncito. Todos tenemos en mente, por ejemplo, Amelie. Así, Les saveurs du Palais (La cocinera del presidente), de Christian Vincent, vendría a sumarse a este nuevo tipo de comedia, casi un género en sí mismo, y en el que su protagonista, la estrella Catherine Frot, ya despuntó derrochando encanto y enamorando a todo el mundo en Odette, una comedia sobre la felicidad (2007).
Para terminar, viajamos a Turquía, desde donde nos llega Bir Zamanlar Anadolu'da (Érase una vez en Anatolia), de Nuri Bilge Ceylan. La película, ganadora en el Festival de Cannes del año pasado y premiada también en los Premios del Cine Europeo con los correspondientes al mejor director y a la mejor fotografía, resulta una curiosa road movie que parece vascular entre la realidad y la metafísica y que, como toda obra difícil que se precie, ha dividido a la crítica especializada, sin dejar a nadie indiferente: o la amas o la odias. Desde aquí, os dejamos el trailer, para que juzguéis por vosotros mismos si merece la pena o no acercaros a alguno de los pocos cines donde proyectarán la que, lejos de toda duda, parece ser el estreno más interesante de este fin de semana 'pre-vacaciones'.
Sin más, me despido deseándoos buen inicio de vacaciones (a todos aquéllos que las tengáis, ¡cabrones!) y buena suerte en vuestras elecciones cinematográficas (que no está el cine como para meterse a ver una película cualquiera y menos a la ligera) y acordaros apostar siempre por la Versión Original Subtitulada.
¡¡Un saludo Sinvergüenzas!!
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