En la categoría relativa a la mejor actriz revelación está claro que se cumplieron casi al cien por cien todas nuestras previsiones y que el presumible reparto de votos entre las dos candidatas que propusieron los responsables de La gran familia española, de Daniel Sánchez Arévalo, la película con mayor número de nominaciones a estos Goya, es el más que probable causante de que ni Sandra Martín ni Arantxa Martí, ambas favoritas en todas las quinielas, se hayan colado entre las cuatro finalistas. La división de votos entre la una y la otra ha dado alas a las opciones de otra de nuestras favoritas, configurando un cuarteto de candidatas altamente sugestivo y en el que, para no faltar a la tradición, también figura nominada una ilustre veterana. Y, como dato anecdótico, es preciso señalar que Andalucía copa el grueso de las nominaciones en esta categoría, pues nada menos que tres de las finalistas nacieron en esta Comunidad Autónoma, siendo la última nominada de procedencia extranjera.
Belén López, por 15 años y un día.
1 Nom/0 Prem. PALMARÉS PREVIO: Medallas del CEC (Nom.), ASECAN (Premio).
Con posibilidades más bien remotas en la categoría secundaria, dada la alta tasa de contendientes de esta edición (entre ellas, dos destacadas compañeras de reparto), los productores de la película de Gracia Querejeta hicieron bien en proponer la candidatura de esta sevillana como revelación, instaurando de este modo a la actriz como una de las más firmes candidatas. Desde que debutara con un pequeño papel en Yerma (1998), de Pilar Távora, López ha venido fraguando una extensa y ascendente trayectoria, principalmente inclinada hacia su labor en la televisión y sobre las tablas, aunque logró una nominación al Premio de la Unión de Actores en la categoría revelación por la película La distancia (2006), de Iñaki Dorronsoro, nominación que debía haberse materializado también en los Goya. No obstante, con 15 años y un día y ocho años después, Belén López ha logrado por fin la nominación que ya entonces merecía. ¿Se puede decir por ello que parte como la gran favorita al premio? Creemos que no, a pesar de contar con el aval que supone el representar en la categoría a la película seleccionada para los Oscar por la misma Academia. No obstante, la intérprete carga con el personaje menos descrito de toda la función, aunque se imponga pronto en uno de los motores de la misma, inyectando a sus intervenciones un hálito de vida indispensable para sacar al personaje del plano lineal en el que podría haberse quedado e insuflarle un emotivo y sensible subtexto que refuerzan y justifican el carácter distante y varonil de su rol. Sin embargo, nos tememos que como ocurrió hace unos años con el caso de Ana Wagener (nominada a mejor actriz revelación en 2007 por El patio de mi cárcel), a Belén López le ha salido una dura competencia.
Olimpia Melinte, por Caníbal.
1 Nom/0 Prem. PALMARÉS PREVIO: Medallas del CEC (Nom.).
Favorita indiscutible a ser una de las cuatro finalistas, con toda la prensa puesta a sus pies ya en el Festival de San Sebastián, esta actriz rumana posee una breve pero fulgurante filmografía en su país, cuyo gran punto de inflexión ha sido su protagonismo en la película de Manuel Martín Cuenca y su excelente acogida internacional. Su presencia entre las cuatro nominadas dice mucho a favor de la Academia, pues la actriz, en doble papel, logra dar forma a un trabajo sensitivo y verdaderamente emotivo, que sin perder ni un ápice de frescura, se alza como una de las grandes actuaciones femeninas del año, modélica y sumamente medida y contenida, admirable ya no sólo por su exquisito acabado final, sino también por mostrar sin tapujos, desde escuetas premisas, las personalidades antitéticas de sus dos roles: Alexandra y Nina, teniendo que engordar hasta 10 kilos para encarnar al segundo. Sin embargo, su condición de "actriz extranjera" jugará en contra de sus posibilidades de cara al premio final, eso y que, mucho nos tememos, Caníbal, con sus 8 nominaciones, va a terminar siendo una de las películas que peor paradas salgan del reparto de cabezones, después de la toma de ventaja adquirida por La herida, de Fernando Franco, con su triunfo en los pasados Premios Forqué a la cabeza.
Natalia de Molina, por Vivir es fácil con los ojos cerrados.
1 Nom/0 Prem. PALMARÉS PREVIO: Medallas del CEC (Nom.), Premios Feroz (Nom. Sec.), ASECAN (Nom.).
La segunda andaluza candidata al Goya revelación es, de lejos, la más clara favorita a hacerse finalmente con el premio. Con presencia en casi la práctica totalidad del metraje de la última película de David Trueba, el extraordinario encanto y la luz delicada que aporta a toda la cinta son signos ineludibles de que nos encontramos ante una de las más eficaces y recordadas revelaciones del año, por el título que además supone su debut en la gran pantalla. En Vivir es fácil con los ojos cerrados la joven intérprete brilla muy especialmente a través de la ejecución candorosa que efectúa de su personaje, sonando en cada una de sus réplicas conmovedoramente auténtica, rezumando una belleza templada y delicada que redunda en el exquisito alcance de la vertiente dramática de su intervención. Es el suyo también, uno de los trabajos femeninos más redondos de los vistos en una pantalla de cine este año, por la facilidad manifiesta que posee la actriz para, literalmente, enamorar a la cámara. Todo esto y que Natalia de Molina figura candidata también a prácticamente todos los premios interpretativos del año la convierten en la favorita.
María Morales, por Todas las mujeres.
1 Nom/0 Prem. PALMARÉS PREVIO: 0 Noms.
Es a ella a la que, claramente, ha beneficiado el reparto de votos acontecido entre las candidaturas de las dos actrices presentadas por La gran familia española, película dirigida precisamente por el director que le ofreció su más clara oportunidad de éxito en los Goya gracias a su papel en Gordos (2009), por la que ya podría haber aspirado en esta misma categoría. Fogueada desde entonces principalmente en la televisión (de hecho, actualmente es compañera de la también nominada Belén López en el culebrón Amar es para siempre, de Antena 3), esta cordobesa corría el riesgo de quedarse fuera de las nominaciones ya no sólo por la condición de favoritas que regentaban las chicas de La gran familia española, sino también porque otros trabajos femeninos de su misma cinta llamaran la atención de manera más significativa. Ratificada, muy acertadamente, por los productores de la cinta en esta categoría y no en la de secundaria, Morales significa una muy buena alternativa para componer el cuarteto finalista y es que la actriz aporta contundencia y severidad a Todas las mujeres, de Mariano Barroso, resultando estupenda en su participación frente a la absurda pretensión de su oponente masculino, un esplendoroso Eduard Fernández ante el que la actriz ni se amilana ni se ensombrece, dando como resultado un magnífico y sentido duelo interpretativo colmado de reproches. Podría significar un justo Goya revelación, pero su brevedad en la cinta, unido al hecho de que sea la única de las cuatro contendientes que no figura candidata a otros premios del año, nos instan a pensar que no lo tendrá fácil. No obstante, los muchos votos de los académicos que seguro recibirá Fernández podrían arrastrar a Morales hacia la victoria.
Debería ganar: Olimpia Melinte, por Caníbal.
Ganará: Natalia de Molina, por Vivir es fácil con los ojos cerrados.
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