La filmografía de Santi Amodeo es escasa para las altas expectativas que siempre han dejado en nosotros sus películas. Desde su debut, a dos manos con Alberto Rodríguez, El factor Pilgrim (2000), pero sobre todo tras Astronautas (2003) y Cabeza de perro (2006), la personalidad de Amodeo tras la cámara se nos ha antojado una de las más sugerentes e innovadoras del panorama cinematográfico actual en nuestro país. Siete años ha tardado en volver a dirigir y ahora lo hace renegando de esa mirada tan particular que se atisbaba en su cine, para dar forma a un producto de obvia vocación comercial, rehaciendo la comedia negra mexicana Matando cabos (2004), ópera prima de Alejandro Lozano. Como ya ocurriera con el homologable caso de Juanma Bajo Ulloa con Airbag (1997) -cinta con la que ésta de aquí tiene, además, varios puntos en común-, habrá quienes rechacen el cambio de rumbo suscitado por Amodeo con esta ¿Quién mató a Bambi?, pues parece llegar en detrimento de la sugestiva identidad autoral del cineasta. No obstante, aún es pronto para juzgar como es debido esta película dentro de la, como decíamos, todavía corta trayectoria del director.
Lo que sí es preciso dejar claro desde ya es que ¿Quién mató a Bambi? supone un desinhibido y ameno paréntesis en la producción cinematográfica española del año. Contiene elementos que, a buen seguro, harán de ella uno de los títulos más taquilleros del momento, pero hay que ser cautos al respecto, pues el material promocional arruina en buena parte el disfrute que el visionado de la película puede acarrearnos (que no es poco, huelga decir) y es que, sin ir más lejos, su tráiler desvela algunos de los gags más logrados del filme, echando al traste el alcance cómico de los mismos durante su proyección, precisamente por eliminar de cuajo la tan necesitada capacidad de sorpresa inherente a un buen gag cinematográfico para resultar cien por cien efectivo. A pesar de esto, ¿Quién mató a Bambi? posee alicientes más que suficientes para garantizar la risa y hasta la carcajada a lo largo de su metraje. Partiendo de un guión colmado de equívocos, el absurdo y el disparate van ganando poco a poco peso en la función hasta convertir la película en una desenfrenada comedia negra, planteada toda ella a través de un agilísimo ritmo interno, sin altibajos, que ayuda a fomentar la sensación de desenfado y gamberrismo en una cinta que, paradójicamente y para bien, no recurre al trazado grueso ni al humor escatológico para hacer reír, sino que extrae su comicidad precisamente de esta acumulación de desatinos y despropósitos en la trama principal (aunque algunos estén metidos con calzador, como el que protagoniza el futbolista Andrés Iniesta).
En ¿Quién mató a Bambi? brilla, además del acertado tono de negrura en el desarrollo cómico de muchas de la situaciones, una factura técnica de campeonato, que pone en evidencia la eficacia de su director al construir un producto que nada tiene que envidiar a los equiparables yanquis; así como también una inteligente absorción de elementos foráneos, que pasados por un filtro nacional y reconocible, terminan por parecer marca de la casa, como si en nuestras comedias se hubieran producido secuestros y amputaciones de miembros desde toda la vida. Eso y el logro de hacer de la mera aparición de un personaje secundario un gag en sí mismo (el taxista bizco que incorpora Manolo Solo o la criada a la que da vida Carmina Barrios) son otros méritos de esta frenética comedia en la que Amodeo además consigue repartir mamporros a diferentes aspectos de carácter más profundo o reflexivo, desde la idiosincracia del poder o la lucha de clases. Pero no nos llamemos a engaño, ¿Quién mató a Bambi? no busca impartir lecciones de ningún tipo, sólo busca entretener conjugando en su sólida estructura una serie dispar de elementos de cuya unión da como resultado una de las comedias más ocurrentes e hilarantes del último Cine Español.
A lo que contribuye el atinado trabajo de un reparto coral verdaderamente entregado a la causa y en el que desluce una Clara Lago sin viabilidad cómica por parte de un guión que no le confiere grandes dosis de lucimiento en este sentido. Úrsula Corberó cumple con cierta "chispa" su limitado cometido, mientras Enrico Vecchi logra no amilanarse ante el proverbial despliegue de su compañero de fatigas, un Ernesto Alterio que evidencia cierta desorientación en algunas escenas de transición, para estamparnos luego un jocoso y sádico recital de primera. Por su parte, la exultante química que desprende la pareja formada por Julián Villagrán y Quim Gutiérrez invita a un deseable emparejamiento artístico en el género de forma continuada en el futuro, donde un contenido y ácido Villagrán se impone como el complemento ideal para la ingenua e convenientemente histriónica comicidad de Gutiérrez. Pero, sobre todos ellos, la gran sorpresa en el campo interpretativo la protagoniza Joaquín Núñez, en un papel de irresistible ingenio que el actor malagueño literalmente borda, en un tono de intachable bufonada que no rehúsa las comparaciones con ciertos arquetipos presentes en la comedia americana más estrafalaria y revulsiva.
- Mejor Guión Adaptado: Santi Amodeo.
- Mejor Actor: Ernesto Alterio.
- Mejor Actor: Quim Gutiérrez.
- Mejor Actor Secundario: Joaquín Núñez.
- Mejor Actor Secundario: Julián Villagrán.
- Mejor Actor Revelación: Enrico Vecchi.
- Mejor Música Original: Santi Amodeo y Enrique de Justo.
- Mejor Dirección Artística: Pepe Domínguez.
- Mejor Montaje: Joan Manel Vilaseca.
- Mejor Sonido: Daniel de Zayas.
- Mejores Efectos Especiales: Eloi Bartolomé y Edu Puertas.
2 comentarios:
Muy divertida. Comedia sin pretensiones pero efectiva, muy loca y a veces muy burra. Los actores muy bien, y como bien dices, algunos secundarios tienen apariciones tronchantes. La fiesta psicotrópica no me convenció mucho, pero es verdad que encaja con el tono loco de la película. Sobre todo me gustó la pareja Quim - Julián Villagrán, vaya cracks!
Me alegra que te gustase. Probablemente sea una película que no deje huella, pero divierte a base de bien y eso también es importante. Sin duda, una de las favoritas en la categoría de mejor comedia de los recién creados Premios Precoz que entregará la crítica.
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