viernes, 10 de enero de 2014

Elena Anaya y Antonio Dechent inauguran los estrenos españoles del 2014.

¡¡¡Ya es viernes!!! Y hoy, primer viernes con estrenos de ficción de producción española, tenemos que comenzar este repaso a los mismos haciéndonos eco de esa noticia que sacudía al mundo del cine esta semana acerca de la bajada de precios en las entradas de cine un día a la semana. Se trata de una iniciativa promovida por la asociación de productores del cine español (FAPAE), en colaboración con la de distribuidores (FEDICINE) y exhibidores (FECE), que cuenta con el apoyo del ICAA, según la cual todos los miércoles, desde el próximo 15 de enero y hasta el 15 de abril, los espectadores podremos ir al cine a precio reducido, aunque el coste de la entrada lo determinará la cadena de exhibición en particular, pero rondará desde los 3,90€ hasta los 5€ por tícket. Supone una medida de salvación, que toma como justificación la alta asistencia de público a los cines registrada durante las emblemáticas jornadas de la Fiesta del Cine en 2013, para un sector que este año generó un 16% menos de recaudación que en el 2012, lo que se tradujo también en un 15% menos de espectadores. Como primera medida, Miércoles Al Cine no está nada mal, veremos cómo afecta a la recaudación de nuestras salas su implantación a lo largo de este primer trimestre del año y si, de tener éxito, sirve de acicate para llevar a cabo nuevas y más ventajosas medidas que vuelvan a situar al cine como una de las formas de ocio predilectas por los españoles. Aunque, el Cine Español, en particular, lo seguirá teniendo difícil para conquistar al público en masa, sobre todo teniendo en cuenta las condiciones de distribución y exhibición con las, previsiblemente, llegarán a las salas nuestras películas. Desgraciado ejemplo de esto lo encontramos, como no podía ser de otro modo, en los estrenos de esta semana.

La peli del finde.


Estrenada en mayo de 2013 en Argentina (país coproductor junto a España) y tras un itinerante viaje por diversos festivales internacionales, como el de San Sebastián o el de La Habana, llega a nuestras salas una película pequeñita, rodada con poco presupuesto pero infinito talento y de nombre peculiar: Pensé que iba a haber fiesta. Se trata de la tercera película de la directora argentina Victoria Galardi, que ella misma produce a través de su productora, Gale Cine, en colaboración con Fernando Trueba PC y Magma Cine, en la que se parte de un conflicto de tintes amarillentos, como puede ser el que una mujer inicie una relación con el ex de su mejor amiga, para efectuar una incómoda reflexión sobre los lazos afectivos o de mero compromiso que pueden llegar a atar a dos personas por el simple hecho de llamarse amigas.



Para la ocasión, Galardi sitúa su cámara en un (casi) único escenario y en él encierra a dos actrices de proverbial talento como son la española Elena Anaya y la argentina Valeria Bertuccelli, les otorga diálogos en apariencia intrascendentes y cotidianos y nos invita al debate después del visionado de una película bastante certera en su análisis de las relaciones afectivas entre (im)perfectos seres humanos. El reparto de la cinta lo completan Fernán Mirás, que da vida a Ricky, el germen del conflicto, Esteban Lamothe, Esteban Bigliardi Abigail Cohen. Distribuida por la independiente Caramel Films, Pensé que iba a haber fiesta sale al mercado con apenas 24 copias (17 dcp's, 5 analógicas y 2 DVD's), excesivamente pocas dada la redondez de la propuesta y la brillante interpretación de su pareja de actrices protagonista, tal y como destacábamos en su pertinente crítica desde ActoresSinVergüenza.



Y nosotros no somos los únicos que opinamos de esta manera, pues la cinta de Galardi ha recibido, sobre todo, elogios por parte de la prensa especializada. En Cine Maldito, Cristina Ejarque alaba la película "por contenida, fresca y tremendamente actoral, (...) consigue despertar dudas sobre la transformación de amistades que parecen imposibles de quebrar"; Claudio Sánchez, en FilaSiete, la define como "una película que va de menos a más, con dos actrices creíbles y un guión que tiene algunos diálogos muy atinados". El crítico de Fotogramas, Álex Montoya, alaba el que Galardi, "enfatizando la localización en la que el relato transcurre, y adoptando formas de dramedy tirando a minimalista, se concentre en la mirada desconcertada del personaje de la estupenda Elena Anaya: como pulpo en un garaje, se esfuerza en ser leal a normas en las que no cree para, decida lo que decida, salir chamuscada". Por último, Manuel Piñón, en Cinemanía, advierte que Pensé que iba a haber fiesta "proyecta toda la tensión de este relato costumbrista espontáneo, patético y tan inverosímil como los líos en los que nos solemos meter".


Pequeña película secreta.


Como si de un rayo de esperanza se tratara, en un feliz giro de los acontecimientos, este viernes llega a las salas (a muy pocas, por desgracia) Obra 67, de David Sáinz. Debut en el largometraje de su televisivo realizador, la cinta supone la, hasta la fecha, primera y la única película que llegará a las salas de las nacidas de esa singular iniciativa que es el manifiesto #littlesecretfilm, impulsado a principios del 2013 por Pablo Maqueda y Haizea G. Viana, especie de dogma cinematográfico que, al estilo del famoso Dogma 95 danés, trata de impulsar la creación de largometrajes dentro del universo del cine low cost español, imponiendo para ello una serie de mandamientos (como el de rodajes con un máximo de horas de duración y equipos técnicos limitados, autofinanciación y exhibición gratuita, autoría colectiva y filmación sin guión previo, potenciando la improvisación) y a través del que se llegó, meses más tarde, a un acuerdo de exhibición con el canal Calle 13, por el que las películas para la televisión tenían que rodarse en 13 horas, el presupuesto sería de 2.000 euros, el equipo no podía tener más de 13 integrantes, las historias deberían circunscribirse a los géneros emitidos por este canal (terror y thrillers), y tras su emisión en la pequeña pantalla y otros formatos de pago (como Yomvi y la misma web de Calle 13), deberían estar disponibles en la Red bajo la licencia Creative Commons.


Pues, en un admirable cambio de sentido, Obra 67, tras ser emitida en el mencionado canal el pasado 16 de diciembre, fue adquirida para su distribución comercial por la distribuidora Versus Entertainment, que la lanza a una carrera en las salas de cine, con un pequeño número de copias, que se prevé oscura, aunque sea también destacable dada la naturaleza de una película que, además, será objeto de un remake americano. Con guión absolutamente improvisado, la película arranca con la charla entre dos colegas, El Chispa y Cristo (Álvaro Pérez y Jacinto Bobo), a la puerta de una prisión a la espera de que salga, tras 20 años encerrado, el padre del Chispa, El Candela, un veterano y famosísimo ladrón (al que da vida nada menos que Antonio Dechent). Mientras que el Candela se intenta adaptar al cambiado mundo con el que se encuentra, su hijo planea conseguir dinero para cumplir su sueño musical utilizando a su idolatrado padre como referencia. También en el reparto, Ken Appledorn, Ricardo Mena y Daniel Mantero.


A pesar del molesto amateurismo imperante en la mayoría de títulos inscritos en #littlesecretfilm, es Obra 67 (junto a otras pocas, como Manic Pixie Dream Girl, de Maqueda, o Uranes, de Chema García Ibarra) la gran sorpresa y justificación del proyecto, de la que habla con entusiasmo buena parte de la crítica que ya ha podido verla. Como Daniel de Partearroyo, que en SensaCine sostiene que la película "se mantiene en pie como una de las mejores comedias españolas recientes. Al menos, la única que ha decidido abordar el género de forma atrevida y desde el ingenio, poniendo su voz propia por delante de referentes ya asentados y fusionando de la mejor manera posible el humor de infinita digresión verbal con sorprendentes aciertos visuales (las máscaras) y una puesta en escena calibrada que entiende tanto el valor de cada palabra como de cada plano". O Alfredo Manteca, en VideoDromo, para el que Obra 67 "esconde un magnífico y delirante guión (...) tan divertido como loco, da mil giros".


En OuterCinema, Alonso Valbuena señala que "la sorpresa es la principal emoción con la que salimos de Obra 67. Por descubrir registros que hasta ahora permanecían ocultos, tanto en dirección como en su reparto, que cumpliendo con una de las reglas del manifiesto improvisa los diálogos en cada una de las escenas, aguantando hasta 9 minutos sin más ayuda que su intelecto e intuición actoral". Y, por último, Álvaro Casanova, en Cine Maldito, advierte que "no se le puede negar a Obra 67 el haber arriesgado con esa radical variación en el argumento (...). El paso de la mordacidad a la seriedad puede echar para atrás a mucha gente incluso en plena película (...). Eso sí, a buen seguro que no dejará a nadie indiferente".


Hasta aquí este regreso puntual de cada semana a los estrenos del cine. No os olvidéis que existe vida en las salas más allá de Meryl Streep y Julia Roberts y que, además, la cinta aspirante a más número de Premios Goya en la actual edición, La gran familia española, de Daniel Sánchez Arévalo, ha obtenido, como premio a su exagerada acumulación de distinciones, una segunda vida comercial y se reestrena por todo lo alto en cerca de 112 salas de toda la geografía española. Así que, os proponemos juzgar por vosotros mismos a la película más nominada en los 28 Premios Goya.

Por cierto, que a última hora hemos conocido que otras de las más nominadas a los Goya también gozarán de reestrenos este viernes. Las brujas de Zugarramurdi, de Álex de la Iglesia, podrá verse en 23 salas de nuevo, mientras Vivir es fácil con los ojos cerrados, de David Trueba, lo hará en sólo 13. También, 15 años y un día, de Gracia Querejeta, tendrá una limitada nueva vida comercial, reestrenándose en 3 salas.

¡¡Un saludo, Sinvergüenzas!!

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